¿Se puede cambiar el testamento?
La respuesta al título de este post es clara: sí, el testamento se puede cambiar en cualquier momento y tantas veces como se quiera. Por eso se suele decir, como regla general, que el último testamento es el que vale. Uno de los primeros trámites que hay que realizar cuando una persona fallece es obtener el certificado de últimas voluntades, que nos indica si el fallecido tenía o no testamento y, en caso de haber varios, la fecha y el notario ante el que se otorgaron cada uno de ellos y, por tanto, cuál es el último.
El testamento es el acto por el que una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos y se caracteriza por ser esencialmente revocable; por lo que se puede adecuar a las circunstancias que nos afectan en cada momento o etapa de nuestra vida.
Las razones por las que una persona puede cambiar su testamento son muy variadas:
-Porque han cambiado sus circunstancias personales: por ejemplo, si se ha casado o si ha tenido hijos. En este caso, si no se cambia el testamento, la no mención de los herederos forzosos o legitimarlos puede afectar total o parcialmente al contenido patrimonial del testamento o de la institución de heredero. También es necesario cambiar el testamento en caso de separación o divorcio porque las disposiciones testamentarias realizadas en favor del cónyuge no quedan revocadas automáticamente por la sentencia de separación o divorcio y solo pueden dejarse sin efecto si modificamos el testamento. Por otra parte, las personas que se han divorciado y tienen hijos pequeños suelen cambiar su testamento para nombrar administradores de los bienes que puedan llegar a heredar sus hijos, siendo menores de edad, a una persona de su confianza y excluir, por tanto, de la administración de dichos bienes al otro progenitor.
-En otras ocasiones, el testador considera que el testamento anterior ya no refleja su voluntad y lo cambia, porque, por ejemplo: quiere desheredar o mejorar a un hijo, nombrar herederas a otras personas distintas de las designadas en el testamento anterior, repartir los bienes entre sus herederos o hacer una disposición benéfica o legado solidario.
Para cambiar un testamento lo normal es hacer uno nuevo que deje sin efecto el anterior, cumpliendo con todos los requisitos y las solemnidades necesarias para testar. En el nuevo testamento se suele incluir una cláusula en la que se revoca el testamento anterior, pero incluso aunque no se incluya, se produce la revocación del antiguo testamento por el nuevo, salvo que el testador disponga que el primer testamento subsista en todo o alguna parte.
Finalmente, debe señalarse que hay disposiciones testamentarias como el reconocimiento de un hijo que son irrevocables, aunque se cambie o deje sin efecto el testamento que las contenga.
Si quieres cambiar tu testamento, acude a tu notario más cercano, que te asesorará sobre la mejor manera de hacerlo.
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